Mientras escribo este post, reconozco que me invade la nostalgia. Me acuerdo de cuando tenía 10-12 años y me inicié en el mundo de la literatura de terror leyendo la colección de libros «Pesadillas», de R.L Stine.
Para refrescaros la memoria: acordaos de la palabra «Pesadillas» escrita en una especie de sangre verde (perteneciente a cualquier extraño monstruo) en la parte posterior de la portada del libro.
Acordaos de esas historias tan excitantes que nos dejaban sin aliento, historias con giros y finales inesperados que nos hacían devorar las páginas.
Esta serie de libros tan terrorífica fue creada en 1992 por el escritor estadounidense R.L Stine. «Pesadillas» (o «Goosebumps», su título original) se componía de historias que solían sucederle a niños de unos 12 años. Por eso me sentía tan identificada con los cuentos y acababa inmersa en la lectura…
Recuerdo que había historias de todo tipo: espíritus, marcianos, plagas de insectos extraños, muñecos diabólicos, etc.
También recuerdo que se hizo una serie de televisión emitida en España en Antena 3 que cosechó bastante éxito.
También hubo una película basada en la obra de R.L Stine que se llamaba «La hora del terror2, protagonizada por Emily Osment (Sí, Lily, la amiga de Hannah Montana).
Se creó todo un fenómeno fan alrededor de Stine y sus terroríficas historias, y he de reconocer que creo que me he leído todos los libros y alguno varias veces. Son libros muy recomendables para niños-adolescentes, pues inspirar miedo pero también son intrigantes y divertidos. Un terror sano pero que ofrece mucho material a la imaginación… Por eso, muchas veces «Pesadillas» nos daba pesadillas por las noches. Y aunque los años pasen… lo sigue haciendo.