Leer sirve para muchas cosas: para llorar, para reír o, simplemente, para pasar el rato. Pero, sin duda, también sirve para vivir al límite. Sí, seguro que os ha pasado con algún libro: a medida que avanzabais sus páginas y capítulos, os sentíais totalmente parte de la historia y sufríais en vuestras propias carnes todo lo que le sucedía a los personajes. Si queréis vivir de nuevo ese tipo de sensaciones, os recomiendo un libro de terror que he leído recientemente: Nepenthe. Y es que así es como definiría mi última lectura: otra forma de vivir al límite. Os contaré un poquito más…
Apocalipsis. Muerte. Sueño. Pavor. Vida. Placer. Oscuridad. Desesperación. Celos. Maldad. Sangre fría. Eva.
Creo que este puede ser mi resumen más exacto. No quiero spoilearos absolutamente nada, solo os diré que no se trata de la típica historia del fin del mundo. Más bien es una alegoría a la vida y a la muerte, una historia de personas que se cruzan en un mundo que huele a miedo. Y, además, made in Spain. La culpable de todo es Nieves Mories, una escritora abulense que regala a los internautas pildoritas de terror y lírica en su blog Cien gramos de Soma. Os puedo asegurar que también nos regala una gran novela, más de 300 páginas de pura tensión que traspasa las el papel y hace sentir. Sobre todo hace sentir.
En mi opinión, el principal punto fuerte de la obra son los personajes. Son complejos y muy distintos entre ellos. Se nota que su creación ha sido pausada y cuidada, trabajando cada detalle de sus enrevesadas personalidades y vidas. La propia Nieves admite que “son lo más importante de Nepenthe, no la trama, ni la situación. Intenté escribir una novela de personas llevadas al límite, fuera físico o mental.” Bueno, pues lo ha conseguido. O, al menos, los personajes consiguen llevar al límite al lector, capaz de sentir esa tensión existente en todo momento, esa desesperación y esos instintos primarios que brotan de ellos en situaciones extremas. La escritora también nos cuenta que en Nepenthe “nadie es del todo bueno ni del todo malo, y eso pasa también en la vida real”. Quizá por eso es sencillo empatizar con ellos, porque son reales.
Siguiendo con los personajes, otro aspecto positivo del libro es Eva. Aunque ya la descubriréis cuando lo leais, os adelanto que es un personaje que engancha, muy magnético. Las protagonistas femeninas suelen escasear en la literatura y, cuando aparecen, se muestra a estas mujeres como sumisas, blandas y sin personalidad. Por supuesto que no generalizo, pero hay que reconocer que estos atributos suelen aparecer en los personajes femeninos frente a la dureza y audacia de los masculinos. Pues bien, Eva no es así, sino que es capaz de controlar, enamorar, provocar odio y enloquecer a su entorno. Y todo a la vez. Por eso, es un personaje muy completo que me ha gustado mucho y que creo que os va a sorprender.
Otro de los rasgos más importantes de un libro es el espacio o los espacios. En este caso, hay muy pocos escenarios (de hecho, la mayor parte del relato transcurre en un búnker). Ese encerramiento en el búnker me recuerda a las extrañas cuevas de The Host o a la cárcel de The Walking Dead, y creo que es difícil y arriesgado concentrar toda la trama en un único lugar. Sin embargo, creo que Nepenthe aprovecha esta circunstancia para transmitir la claustrofobia al lector y para exprimir al máximo a los personajes en tremendas situaciones de tensión. También me llamó bastante la atención que el escenario sea España, algo que no suele ocurrir en la mayoría de los libros de terror. “La elección fue sencilla: escribí sobre lo que conozco”, cuenta Nieves, “Soy de Ávila, y conozco los lugares que he descrito. Su olor, su color. El tacto de sus piedras, las casas, los caminos. Todo tenía que ser real y tangible, tenía que ayudar a darle credibilidad a una historia bastante increíble.”
Y, por fin, llegamos a una de las cosas que más me gustan: los monstruos. No podían faltar, ¿verdad? Y es que no os he comentado qué sucedía en el Apocalipsis de Nepenthe. No, no se trata de zombies. Las criaturas que aparecen son indefinidas, deformes, viscosas, voraces, sexuales, extrañas. El desconocimiento deja más libertad a la imaginación y… al miedo. Yo, por ejemplo, me las imagino tal que así:
Ilustración de Anton Samenov
Si antes hablábamos de personajes muy reales, ahora tenemos que mencionar cómo la novela es real en sí misma. Sí, es una novela fantástica, pero aborda cuestiones y conflictos tan ciertos como la vida misma. Y esa es otra de las cosas que más me ha gustado, la ausencia de tabúes. Si se dan situaciones de violencia entre personajes o relacionadas con los monstruos, aparecen descritas tal y como suceden, con detalles visuales y necesarios. Lo mismo sucede con el sexo: si hay tensión sexual o incluso actos sexuales, aparecen sin tapujos. Y la verdad es que esta autenticidad es algo a tener en cuenta y valorar (el escritor Joe Hill me parece también un genio en cuanto a mostrar el sexo y la violencia sin veladuras).
Como veis, Nepenthe es una lectura que me ha parecido muy interesante y que os recomiendo. Por citar algún defecto (como siempre a un nivel muy subjetivo), podría decir que el inicio de la novela me descolocó un poco. Al principio no sabía de qué personaje se trataba ni en qué consistía realmente la historia, pero a la vez esto puede ser una ventaja en el sentido de que vas descubriendo poco a poco a los distintos personajes, en qué se relacionan y donde se encuentran. Además, todo está narrado con un estilo sencillo y directo, aunque a la vez hay descripciones elaboradas tanto de lugares como de recuerdos, historias y situaciones. Según la propia autora, sus influencias principales son Poe y Stephen King, aunque siempre tratando de buscar su estilo propio (algo que, analizando la trama y el lenguaje, creo que sí consigue).
Si leéis la novela y os gusta, seguramente os preguntéis si habrá continuación y si la autora engendrará algún otro hijo literario. Respecto a una posible segunda parte de Nepenthe, Nieves Mories lo tiene claro: “No habrá secuela para Nepenthe. Lo que ocurra después, sucederá en la mente de los lectores. No fue una obra pensada para tener continuidad”. Sin embargo, confiesa que está desarrollando otras historias que no tienen nada que ver y que están plagadas de nuevos elementos, paisajes y personas que tienen historias que contar. Mientras sigue esbozando estas nuevas historias, nos quedaremos leyendo Nepenthe con Marilyn Manson o Smashing Pumpkins de fondo, grupos muy apropiados como banda sonora del libro según la autora (yo añadiría también Avenged Sevenfold e incluso alguna canción de Muse). Aunque, en realidad, explica que la mejor sinfonía para este “cuento sobre el dolor” es el silencio (lo que no quiere decir que la música no sea un factor importante en el relato). Sea como sea, os animo a que os embarquéis en esta nueva lectura (podéis conseguir el libro aquí) que, seguro, no os dejará indiferentes.
Si os apetece, podemos compartir opiniones sobre el libro en los comentarios. 🙂